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sábado, 2 de abril de 2016

ETICA

Todos los seres humanos somos más o menos altos o bajos,  morenos, rubios o pelirrojos, todos pesan más o menos, pero ninguna persona carece de estatura, volumen o color. Igual sucede con la ética,  una persona puede ser más moral o menos según determinados códigos, pero todas tiene alguna estatura moral.
Es lo que algunos filósofos han querido decir al afirmar que no hay seres humanos amorales, situados más allá del bien y del mal, sino que somos inexorablemente, constitutiva mente morales.
Lo inteligente es entonces intentar sacar el mejor partido posible a ese modo de ser nuestro, del que no podríamos desprendernos aunque quisiéramos, como es inteligente tratar de aprovechar al máximo nuestra razón y nuestras emociones la memoria y la imaginación, facultades todas de las que no podemos deshacernos sin dejar de ser humanos, igualmente le ocurre a nuestra capacidad moral que podemos apostar por hacerla fecunda, por sacarle un buen rendimiento o podemos dejarla como un terreno inculto, con el riesgo de que alguien saque provecho.

viernes, 1 de abril de 2016

KANT




Al igual que otras grandes mentes alemanas de su tiempo, Kant sigue con admiración la revolución que se produce al otro lado del Rin, y como sus coetáneos aspira también a un cambio revolucionario. Kant toma como punto de partida de su ética el factum de la moralidad. Es un hecho indiscutible, ciertamente, que el hombre se siente responsable de sus actos y tiene conciencia de su deber. El problema de la moralidad exige plantear la cuestión de en qué estriba la bondad de los actos, o en qué consiste lo bueno. Ya conocemos la respuesta de Kant: lo único bueno en sí mismo, sin restricción, es una buena voluntad. Kant da así a la moral su principio más alto y se lo da justamente en un mundo humano concreto en el que el hombre, lejos de ser un fin en sí, es medio, instrumento objeto (como mercancía), y en el que, por otra parte, no se dan todavía las condiciones reales, efectivas para hacer del efectivamente un fin.

Dentro de la ética contemporánea incluimos no sólo las doctrinas éticas actuales, sino también aquellas que, no obstante haber surgido en el siglo XIX, siguen influyendo en nuestros días; tal es el caso de Kierkegaard, Steiner, o Marx

En el plano filosófico, la ética contemporánea se presenta en sus orígenes como una reacción contra el formalismo y el racionalismo abstracto kantiano, y sobre todo contra el carácter absoluto que esto último adquiere en Hegel.  La reacción ética contra el formalismo kantiano y el racionalismo absoluto de Hegel es un intento de salvar lo concreto frente a lo formal, o también al hombre real frente a su conversión en una abstracción, o en un simple predicado de lo abstracto o lo universal. El pensamiento ético reacciona también:
- Contra el formalismo y el universalismo abstracto y a favor del hombre concreto.
-Contra el racionalismo absoluto y en favor del reconocimiento de lo irracional en el comportamiento humano.
-Contra la fundamentación trascendente (metafísica) de la ética y a favor de la búsqueda de su fuente en el hombre mismo. 

ARISTOTELES




Se opone al dualismo ontológico de Platón. Para él, la idea no existe separada de los individuos concretos, que son lo único real; la idea sólo existe en los seres individuales
La ética de Aristóteles como la de Platón se halla unida a su filosofía política, ya que para el como para su maestro, la comunidad social o política es el medio necesario de la moral. Sólo en ella puede realizarse el ideal de la visa teórica en que estriba la felicidad. Para Aristóteles, ésta vida teórica que presupone necesariamente la vida en común, es, por un lado, accesible solo para una minoría o élite, y por otro, implica una estructura social en la que la mayor parte de la población queda excluida no sólo de la vida teórica, sino de la vida política. * Estoicos y Epicúreos: Para los estoicos, el mundo o cosmos es un gran ser único que tiene como principio, alma o razón, a Dios, que es su animador u ordenador. Por otro lado, para los Epicúreos, todo lo que existe, incluyendo el alma, está formado de átomos materiales que tienen un cierto grado de libertad en cuanto que pueden desviarse ligeramente en su caída.

PLATON




Discípulo de Sócrates y, como él, enemigo de la democracia ateniense. La ética de Platón depende estrechamente como su política:
a) de su concepción metafísica y
b) de su doctrina del alma. En la ética platónica se refleja el desprecio al trabajo físico característico de la antigüedad, razón por la cual los artesanos ocupan el escalón social inferior, y se ensalza a las clases dedicadas a las actividades superiores.

SOCRATES






El saber fundamental para Sócrates, es el saber acerca del hombre; de ahí su máxima: “conócete a ti mismo”, que se caracteriza a su vez, por estos tres rasgos:
1) es un conocimiento universalmente válido, contra lo que sostienen los sofistas;
2) es universalmente válido, contra lo que sostienen los sofistas;
3) es un conocimiento práctico (conocer para obrar rectamente).

La ética es pues, racionalista; En ella encontramos:

a) una concepción del bien y de lo bueno; 
b) la tesis de la virtud; y
c) la tesis de origen sofista de que la virtud puede ser transmitida o enseñada

Cortina, Adela (2014) ¿Para qué sirve realmente la ética? Parte II


Cortina, Adela (2014) ¿Para qué sirve realmente la ética? Parte I.